| LAS GUERRAS Y LAS CRISIS HUMANITARIAS, CALDO DE CULTIVO PARA LA TRATA DE SERES HUMANOS El 30 de julio se celebra el Día Mundial de las Naciones Unidas contra la Trata de Personas, un fenómeno conocido como la esclavitud del siglo XXI y que constituye uno de los delitos más comunes y que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, junto con el tráfico de drogas y de armas.
Cada vez que se comete este delito, se violan los derechos humanos fundamentales de sus víctimas, atentando contra su vida, su libertad y su dignidad. La trata de seres humanos afecta a millones de personas en todo el mundo y a la práctica totalidad de los países, ya sea como lugares de origen y captación, tránsito, o destino y explotación.
La grave crisis mundial de desplazamiento forzoso de refugiados y migrantes a la que nos enfrentamos en la actualidad a causa de la guerra, la violencia, la persecución y la extrema pobreza es el perfecto caldo de cultivo para el aumento de la trata de seres humanos.
Como ha afirmado el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Yuri Fedotov, “los conflictos armados y las crisis humanitarias exponen a aquellos que se encuentran en el fuego cruzado a un mayor riesgo de ser víctima de trata por explotación sexual, trabajo forzado, tráfico de órganos, servidumbre y otras formas de esclavitud".
Desde Accem consideramos que las cifras disponibles en materia de trata sólo representan la punta del iceberg de este fenómeno. Así, según la Comisión Europea fueron identificadas entre 2013 y 2014 un total de 15.846 víctimas de trata. En España, en 2015 fueron identificadas 133 víctimas de delitos de trata con fines de explotación sexual, 22 de ellas menores de edad, y 134 víctimas de trata con fines de explotación laboral. Estos números, insistimos, no son representativos de la gravedad y el alcance de este fenómeno en la Unión Europea y en España.
La trata de seres humanos más visible e identificada a escala europea continúa siendo la trata con fines de explotación sexual, que representa el 67% de los casos, seguida por la explotación laboral (21%). Las mujeres continúan siendo el colectivo más afectado, representando el 60% del total (76% si englobamos también a las víctimas menores de edad). Las niñas y niños representan el 21% de las víctimas.
Entre las principales tendencias emergentes identificadas se observa un aumento de la trata detectada en los flujos migratorios; un incremento de las mujeres africanas, y específicamente procedentes de Nigeria, que son víctimas de trata y desplazadas a través de Libia para su explotación sucesiva en Europa; un aumento de la trata de menores edad y de personas en situación vulnerable como las personas discapacitadas. También se detecta un repunte de la trata cuyo fin es la comisión de delitos y la explotación de la mendicidad.
En este 2016 Accem reitera su compromiso para seguir trabajando para proteger a las víctimas de trata y para contribuir a la eliminación de esta gravísima violación de los derechos humanos. Un año más nos sumamos a la campaña Corazón Azul de la UNODC, que tiene por objeto crear conciencia a nivel mundial sobre la situación que viven millones de víctimas en el mundo, así como llamar la atención de los estados para que mejoren su implicación en la lucha contra la trata y en la protección de sus víctimas.
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